Actualmente la tecnología ha llegado para quedarse y somos testigos de todos los avances que ha tenido, para mejorar nuestra vida cotidiana, y con la llegada del SARS-CoV-2, revolucionó por completo el uso de estas herramientas y en el ámbito de la educación no fue la excepción.
Los métodos de enseñanza tuvieron que enfrentar grandes cambios que en un principio causaron incertidumbre entre los docentes y alumnos, ya que desde hace mucho tiempo el aprendizaje en modalidad presencial era el único que conocíamos, teniendo dudas en cómo podría afectar el rendimiento académico de los estudiantes si este cambiaba.
Y aunque al principio pudo representar un reto para muchos, al menos para los niños y jóvenes resulto en una rápida adaptación, ya que al crecer rodeados de toda esta tecnología solo era cuestión de tiempo que exploraran estas posibilidades y así permitir que el aprendizaje se volviera más fácil y cómodo.